Si la arquitectura fuese fotógrafo: Entrevista a Pol Viladoms
A menudo las disciplinas se cruzan y se enriquecen mutuamente. E, incluso, se podría decir que se reproducen. Si la arquitectura fuese fotógrafo, seguramente el resultado más completo sería Pol Viladoms (@polviladoms en Instagram). En su sensor mental capta, sin filtros, la visión y la formación arquitectónica con una técnica y composición cuidada y atemporal. Sus fotos están en el umbral privilegiado entre trabajo y placer, y hace lo posible por capturar el mejor ángulo, por tierra, mar y aire. En esta entrevista descubrimos sus influencias y nos abre las puertas de su casa, que es un fiel retrato de su eclecticismo y estilo.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación? ¿Algún primer recuerdo?
Mi padre siempre ha sido un apasionado de la fotografía. He crecido rodeado de cámaras y tengo muchos recuerdos de pequeño con máquinas en las manos. Cuando tuve que elegir unos estudios me decanté por la arquitectura que, en palabras literales de mi progenitor, "en una escuela de foto no aprenderás nada". Por suerte, con el tiempo he podido mezclar arquitectura y fotografía y hacer de ello mi profesión.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo? Algún trabajo del que te sientas especialmente orgulloso/a?
Como arquitecto disfruto de la oportunidad de poder visitar arquitectura y de fotografiarla. Me reconozco mucho en la frase de J. Shulman, que decía: "por cada persona que visita una casa, 10.000 sólo ven las fotografías". Siento que soy un privilegiado. Otra cosa que me satisface de mi trabajo es poder cambiar de escenario a menudo. La rutina de la no rutina. Se me hace difícil quedarme con un trabajo concreto. Como dice un amigo mío: "no hay encargos pequeños sino oportunidades perdidas".
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Alguna música especial mientras trabajas?
La verdad es que trabajo de manera bastante intuitiva, sin reglas preestablecidas, me dejo llevar por el lugar donde estoy. Me inspiran muchos fotógrafos com Edward Burtynsky o Nadav Kander. Mientras trabajo en el estudio escucho a menudo la radio. Nunca me pierdo "La Competència" (Òscar Dalmau y Òscar Andreu en RAC1).
"Otra cosa que me satisface de mi trabajo es poder cambiar de escenario a menudo. La rutina de la no rutina".
Color, libro, película y disco favoritos. ¡Por este orden! ;D
La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.
Blade Runner, de Ridley Scott.
Give Up, de The Postal Service.
¿Tu casa refleja quién eres? Cuéntanos a que huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesora alguna colección...
Totalmente. Mi casa es un mash-up de cosas un poco ecléctico, cada una con su historia que he recogido de aquí y de allá: un trozo de mármol de Carrara, un Koinobori de 4 metros de un mercado de Osaka... todo mezclado con otros objetos fetiche de diseño como un escaparate McIntosh de teca de los 60, una radio Braun de Dieter Rams, una silla Safari, etc. Ahora mismo la casa todavía huele a leña.
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevarte a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
¡Vistas al mar!
Un "planazo" en casa siempre incluye...
Los amigos, alguna cosa a la brasa en la terraza y un gintonic.
¿Tienes algún plato estrella?
¡La tortilla de patatas! Me fascina cómo se puede hacer tanto con tan poco.
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
Donde vivo, Gracia. Un barrio casi sin coches, lleno de tiendas, buenos lugares donde comer algo y comercios de proximidad. En el extranjero se hace difícil elegir. Me decantaría por uno de los últimos lugares que he visitado: Naoshima, una pequeña isla de Japón. Un paraje muy singular lleno de museos y de obras de arte en medio del paisaje. Imprescindible.