No Más — de Mamá
A Adrià, Carlos y Marc o lo que es lo mismo, No Más — de Mamá, se les ha ido la olla (nunca tan bien dicho) organizando, desde el pasado mes de marzo, La santa (voluntad), una auténtica maratón culinaria en la terraza de su estudio del Raval.
No Más — de Mamá es mucho más que un simple blog gastronómico. Ha puesto punto y aparte a la estética neolítica de los recetarios y las plantillas encasilladas del mundillo blogger aportando una frescura difícil de encontrar en la red. Una gráfica descarada, un diseño muy cuidado, una lírica exquisita, unos vídeos que son la monda y pasión por el buen comer, son los ingredientes perfectos que hacen que este blog sea un referente para muchos aficionados a la gastronomía.
La sencillez de sus recetas unida al mimo y la frescura con la que Carlos cuenta su elaboración, incitan a cualquiera a ponerse el devantal y empezar a cocinar. No hace falta ser un experto en los fogones porque las recetas están pensadas para que las haga todo el mundo (hay diferentes grados de dificultad), y si eres de los que pisa la cocina de uvas a peras, quizás te animes a probar sus propuestas para ocasiones especiales. Y hay más, pues cada receta viene acompañada de una propuesta musical. ¡Una chulada!
Con La santa (voluntad) han querido traspasar las fronteras del mundo virtual. El pasado mes de noviembre les propusieron crear un libro, una recopilación de sus mejores recetas, y la idea les gustó tanto que quisieron ir más allá: cocinar para su legión de seguidores, sentarles a la mesa y tomar nota de sus opiniones. En vivo y en directo. De cuatro en cuatro y sólo durante 30 días. Ellos al terminar de comer pagarán la voluntad (santa o no)… El éxito fue inmediato y las plazas se agotaron en pocas horas.
Comidas para cuatro personas a cargo de No Más — de Mamá, menús sin precio cerrado, los comensales deciden lo que quieren pagar cuando terminan de comer en una fabulosa terraza del Raval con vistas a toda la ciudad
Nos plantamos en la terraza casi sin aliento después de subir tropecientosmil peldaños de una escalera ravalense. Nos reciben Carlos y Adrià (Marc no puede venir porque se encuentra en un shooting lidiando con una serpiente ¡!). Con las manos en la masa, empezamos la entrevista entre risas y mucho cachondeo. Pasamos de un tema a otro, de un Erasmus en Manchester a la historia del jamón cocido, de cómo enredaron a Marc, de sus madres y sus legados culinarios… Hasta que llega la hora de comer.
Antes de que lleguen los comensales sacan un par de fotos de los platos: de primero unas deliciosas empanadas de espinacas y queso feta, de segundo un porridge con sobrasada y pimientos asados, y de postre unas galletas de avena riquísimas; todo regado con un estupendo tinto de Casa Mariol. Carlos en la cocina, Adrià pone la mesa, y cuando los comensales empiezan a comer, se retiran al estudio: “…no queremos ser los típicos camareros que te dan la brasa mientras comes”, dice Carlos.
Llega la sobremesa y ese sí es el momento de compartir impresiones. Carlos y Adrià toman buena nota de todo y recopilan opiniones en unos cuestionarios.
Un Maneki-neko preside la cajita donde se recogerá la voluntad que decidan ofrecer los comensales. ¿Cuánto pagarías tú? Nosotros lo tenemos claro… ¡Comer bien y en buena compañía no tiene precio!