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Mesa E-1027 · Eileen Gray (1927)

Éste es uno de esos muebles que reconocen incluso aquellos a quienes el diseño les importa un pimiento. Pero seguramente muchos menos saben que es creación de una de las primeras mujeres reconocidas internacionalmente en la actividad del diseño industrial, Eileen Gray. Toda una pionera cuyo trabajo inspiró al modernismo y al Art Déco y que siempre se mantuvo al margen, tanto en su faceta de artista de laca japonesa, como en la de diseñadora de muebles o la de arquitecta.

 eileen gray

Esta mesa E.1027, hecha con cristal y acero tubular, es todo un icono del diseño del siglo XX.

eileen gray mesa E_1027

Una mesa con altura ajustable que es todo un ejemplo de racionalidad y funcionalidad. Nada sobra, nada falta. Y es tan perfecta porque es fruto del amor. Sí sí, la creó para complacer a su hermana, a quien le encantaba desayunar en la cama cuando la visitaba en su famosa villa «Maison en bord de mer», la E. 1027 en Roquebrune, cerca de Saint Tropez. ¿Y por qué este nombre? Veréis: la E por Eileen, el 10 por la J y el 2 por le B (la décima y la segunda letra del alfabeto, respectivamente, y que forman las iniciales de su compañero, Jean Badovici), y el 7 por la G, de Gray.

Concebida así originalmente como una mesita de noche, también es muy útil como mesa auxiliar en comedores, salones, en oficinas y hasta en terrazas, pues está hecha con materiales de alta durabilidad. Si os fijáis, esta mesa y la Cesca Chair de Marcel Breuer siguen un mismo argumento: huir de las cuatro patas convencionales y explorar las vastas posibilidades que ofrece el acero tubular. Sin embargo, a Gray no le preocupaban tanto las técnicas industriales como a sus contemporáneos del movimiento moderno europeo, pues lo único y lo que más le importaba era conseguir la perfección visual. Y vaya si lo consiguió.

Hay un montón de réplicas en el mercado, pero podéis haceros con una auténtica aquí. Haréis bien si os malcriáis un poquito y de vez en cuando os dedicáis a la sana costumbre de desayunar en la cama…