En busca del trazo propio: Entrevista a Jorge Regueira
Jorge es un artista plástico tan hábil con el pincel como con la letra. Se define un autodidacta "incorregible y convencido", aunque de casta le viene al galgo: gran parte de su familia comparte su amor por los lienzos. Su experiencia profesional, siempre vinculada al mundo de la publicidad, le llevó a jugar con las palabras y sacarles el máximo partido, y como no podía ser de otra forma, ambas pasiones se fusionaron en una sola disciplina: el arte pictórico caligráfico. Tanto es así, que es el único español representado en el prestigioso Museo Contemporáneo de Caligrafía de Moscú. Definitivamente, sólo un gallego podía lograrlo. Sigue a Jorge en las redes (@jorgeregueira_art en Instagram) y conoce más sobre él en esta entrevista.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación? ¿Algún primer recuerdo?
Probablemente haya algo genético en todo esto, quién sabe. Mi padre pintaba, mi hermano pequeño pintaba, mi hermano mayor pinta… Además, un tío abuelo mío fue un excelente pintor y otro fue crítico de arte en El Ideal Gallego. Con estos antecedentes, tal vez sea lógico pensar que mis inquietudes me iban a llevar hacia latitudes colindantes. Cabría preguntarse entonces si un artista nace o se hace. Y yo creo que la respuesta es un poco de las dos cosas.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo? ¿Alguno del que te sientas especialmente orgulloso?
El hecho de poder dedicarte a algo que realmente te gusta, te apasiona, es ya de por sí una enorme recompensa. En cualquier caso, el mismo proceso de creación y la finalización de cada obra te producen sensaciones diferentes pero igualmente satisfactorias. Y no es presunción sino al revés, confesar que de todas ellas me siento especialmente orgulloso, en el sentido de que en todas ellas he puesto la misma dedicación, cariño y esfuerzo.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Alguna música en especial mientras trabajas?
No sigo un proceso definido, es cambiante. Pero por dar una respuesta algo más concreta, diré que normalmente voy desarrollando la obra mientras pinto (partiendo de una idea muy general y a veces muy difusa). Quizá sea el equivalente material a pensar en voz alta, cosa que también hago de forma constante. Me pasa lo mismo con la música, que a veces escucho y a veces no, pues simplemente la interiorizo. Musicalmente, igual que con todo aquello que me resulta inspirador, soy bastante ecléctico, procuro escuchar un poco de (casi) todo.
Color, libro, peli y disco favoritos. ¡Por este orden! ;D
Siempre me ha resultado difícil responder a esta pregunta, precisamente porque hay muchas cosas que me gustan. Color… tal vez el negro, en todas sus posibilidades cromáticas. Así que más bien tendría que hablar de escala de grises. Libro… quizá un autor, y por decir uno: Stanislaw Lem. También podría ser Cortázar, o Chandler, o Boris Vian. Con el cine y la música me pasa lo mismo, hay tantos autores y álbumes excelentes… Casablanca, London Calling… hay muchos que son mis preferidos.
¿Es tu casa reflejo de quién eres? Cuéntanos a qué huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesoras alguna colección...
Mi casa es como yo, ecléctica. No tiene un estilo definido ni creo que huela a nada especial, aunque por las mañanas se extiende por toda ella un aroma a café recién hecho muy estimulante. Especial cariño le tengo a un aparador de los años 50 que fue de mi abuela y a una mesa que me regaló mi padre. Y a mis libros, y a mi colección de cómics de la antigua Editorial Dólar y de Spirit, y…
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevártela a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
Un cuadro de Luis Feito para poder disfrutarlo todos los días.
Un planazo en casa siempre incluye...
Amigos, con algo de vino y de picar. Aunque disfruto igualmente, si no más, de una buena comida o cena con sobremesa incluida con Marga, mi mujer, y mi hijo Gustavo.
¿Tienes algún plato estrella?
Mi tortilla de patatas.
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
En Madrid, donde vivo, el Museo Sorolla, por dentro y por fuera. En Galicia, mi tierra, La Coruña y Cedeira. El resto del mundo es demasiado grande para elegir sólo un sitio. Lisboa me encanta.