Recuperar sillas viejas
Desde hace tiempo en muchas ciudades se viven auténticas conquistas. Suele suceder un día concreto de la semana: tu barrio, un reino pacífico dónde cohabitas en harmonía junto a tus vecinos, sufre un aluvión de saqueadores armados con carritos, carretillas y bolsas del Mercadona. Su gesta: pillar muebles y objetos decorativos que los vecinos abandonan en las calles. Hemos bautizado la práctica como “Las cruzadas del mobiliario callejero” y lo confesamos, nosotros formamos parte de algún que otro batallón. El botín varía en función del día y de la competencia de la zona pero, si tienes un poquito de suerte, puedes conseguir fantásticas recompensas: un sillón viejuno de piel que será el protagonista de tu sala de audiencias, una cajonera de madera exquisita donde atesorarás sábanas y toallas, un baúl impresionante para guardar tus mil pares de zapatos…
Pero, ¿qué pasa cuando el botín está para el arrastre?
Hace poco cazamos cuatro sillas en muy malas condiciones pero su estructura auguraba muchas posibilidades. Una búsqueda rápida por la red nos dio algunas ideas y, tras realizar algunos retoques, conseguimos darles una segunda vida en nuestro salón.
Si como nosotros, tienes alguna silla vieja por casa o has cazado alguna en la calle, toma nota de estos fáciles consejos DIY y recupérala para darle una nueva vida.
También puedes recuperar otros desechos como latas, palés (fíjate en esta chulísima copia de Le Corbusier) o piezas de ordenadores y crear tronos tan originales como el que lucía Lady Gaga en su Artpop, obra del diseñador Benjamin Rollins Caldwell.
Si tienes niños, decora sus sillas con cromos, sellos y forros divertidos.
Si tienes animales, puedes transformar un par de sillas de madera en comederos.
Y para los manitas, utilizando telas chulas conseguiréis tapizar sillas y con cuerdas podréis tejer taburetes.
Ya tienes las tácticas, ahora sólo tienes que salir a la calle a por tu botín. ¿Te animas?