En Tirso de Molina, calle de la Magdalena, suelos hidráulicos y vigas de madera… ¡Ay! si lee esto Sabina, ya tiene media canción hecha.

Qué tendrán las fincas antiguas de Madrid… Y qué tendrá esta plaza de flores entre La Latina, Lavapiés y Las Letras. Mucha vida y muchas historias, supongo. Si es que hasta la estación de metro tiene su aquel…

El caso es que aquí se esconde este pisazo, mitad restauración, mitad obra nueva con su hidráulico catalán de verdad, sus vigas de madera de verdad, su patio interior bonito de verdad y sus puertas antiguas de verdad. Aquí han recuperado lo más bonito de lo antiguo y lo han mezclado con arte y sin estridencias con materiales nuevos y con esa luz de las cosas nuevas que tienen los cuadernos sin estrenar.

Y es aquí cuando se nota que detrás de este trabajo hay alguien que sabe mucho, porque cuando las mezclas funcionan, todo fluye, como con Rosalía, como con Ara Malikian, como con las novias que llevan algo nuevo, algo viejo y algo prestado.

Y de nuevo el espíritu sabinero de la plaza se apodera de mí…"La más vieja de todas las modernas… la más moderna de todas las viejas…. en La Magdalenaaaaaa”.