La edad no es solo la suma de años que vas cumpliendo, sino lo que has hecho con ellos. Puedes cuidarte para mantenerte joven, pero al mismo tiempo seguirás ganando en experiencias y en historias. Y esto también sucede con las viviendas. Este piso, con 42 décadas a sus espaldas, es una de las viviendas en pie con más edad de Barcelona. Y seguramente también una de las que mejor han madurado. Porque cuando le muestres tu nuevo hogar a tus amistades, más de uno dirá: “¿420 años? ¡Pues yo no le echaba más de dos o tres!”.