¿Puedo vender el piso por mi cuenta?
Primero viene la decisión: Me vendo el piso (si quieres una valoración gratuita de tu vivienda, sin compromiso, argumentada y sin generarte falsas expectativas, solicítala gratis aquí). Y luego, la pregunta: ¿Puedo vender el piso por mi cuenta? Oye, que seguro que no es difícil. Seguro que hay un tutorial en internet que me explica el paso a paso, me detalla qué papeleo necesito y ya me organizo yo con las visitas. Total, para que cualquier agente inmobiliario "abre puertas" se lleve una comisión, ¡me la llevo yo!
En España se lleva mucho eso de "yo me lo guiso yo me lo como", pues según este artículo de Idealista, el 56% de las viviendas, locales y garajes que se anuncian en el portal se venden de forma particular, frente al 44% que es gestionado a través de agencias, promotores o asesores. La creencia es que contar con un profesional cuesta dinero, pero los números, que nada esconden, demuestran que es justo lo contrario: no contar con un profesional sale más caro.
Ciertamente, vender una casa es algo que cualquiera puede hacer por su cuenta y sabemos que, aproximadamente, vender una vivienda son 85 horas. Es tan fácil como enviar un paquete urgente desde Valencia a Barcelona. Todo el mundo puede cargar su paquete urgente en su Dacia Logan, ir a la dirección indicada en Barcelona y entregarlo. Punto. Aunque también puede ir al servicio de paquetería express y encargarles a ellos la misma entrega. E x a c t a m e n t e la misma, porque el paquete acabará en el mismo sitio.
Cuando te preguntes si puedes vender el piso por tu cuenta, pregúntate porqué existen las agencias de transporte urgente.
Entonces, ¿por qué existen las agencias de transporte urgente? Pues bien, al parecer tienen algo más que carnet de conducir. Tienen experiencia, que viene muy bien a la hora de resolver eventualidades; conocen Barcelona, si bien no al dedillo, conocen las vías principales, ubican los barrios con precisión y hasta es probable que dominen alguna zona en profundidad; tienen un GPS; dotes de planificación y, muy importante, se dedican a ello, lo que nos da la idea de que su coste por reparto será infinitamente menor que el nuestro. Así que, cierto, el paquete llegará al mismo sitio, pero si lo hacemos nosotros nos va a costar mucho más caro.
Y ricemos el rizo... porque vender el piso por nuestra cuenta no sólo nos va a costar más caro, sino que también nos va a llevar más tiempo. Sigamos con el símil del envío del paquete: tenemos que llevar un paquete con unas suculentas angulas procedentes de las golas de la Albufera a un prestigioso restaurante con estrella Michelin. Para ello necesitamos, en primer lugar, mantener el paquete en frío.
Podemos llevar las angulas en una neverita de camping (sí, la clásica azul con el asa blanca) y algo de hielo, pero resulta que el transportista-repartidor seguramente cuenta con un vehículo refrigerado para artículos de estas características. Las angulas pueden superar los 1.000 € por kilo, pero aún así, no nos compensará comprar un camión para hacer un único envío. Obvio... Y ya no hablemos de las consecuencias de que nuestro paquete llegue tarde. Puede que las angulas lleguen un poco maltrechas por el agua del hielo y el aumento de la temperatura en la nevera azul. Y claro, el Albert Adrià de nuestro ejemplo no querrá pagar 1.000 € por un género tan pobre. Quizás nos toque ir a buscar restaurantes de segunda para encasquetar el otrora delicioso género.... O quizás nuestras limitadas dotes de negociación acaben entregando la mercancía en un wok cerca de Diagonal Mar, a un precio ridículo, que no cubra el coste del género ni del viaje. O al final, hasta es posible que acaben siendo comida pestilente para los gatos. ¡Horror! Habremos llegado tarde y mal, que es lo que acostumbra a ocurrir también cuando uno decide vender el piso por su cuenta, sin entender que los primeros 20 días de comercialización son clave. El piso, pasadas unas semanas en los portales inmobiliarios, con fotos de poca calidad, información incompleta y con escaso o nulo seguimiento de las peticiones de información, también huelen mal...
Podría poner mil metáforas parecidas. Por qué existen los repartidores, los asesores de empresas, los albañiles, los bares de tapas, los agricultores... Al final todos podemos llevar un paquete, hacer la declaración de la renta, levantar un tabique, cocinar unas bravas, plantar tomates o hacer cuatro fotos con el iPhone a nuestro piso y colgarlas en Idealista. Pero no se trata sólo de llegar al objetivo. A veces, se puede llegar mejor o peor, a veces puede salir caro y a veces puede ser que no seamos capaces con nuestros medios. ¡Porque para eso están los que se dedican a ello cada día!
Y acabo con la moraleja de todo esto: si tu objetivo es vender tu casa, elige una agencia que te ofrezca un valor añadido, que ponga su experiencia y medios para llegar donde tú no podrás llegar, que pueda hacer más de lo que harías tú solo (ojo, que tampoco te colme de promesas falsas, ese es otro tema que da para otro artículo...). Huelga decirlo, pero no te quedes con la/s agencia/s cuya lista de servicios se reduzca a hacer fotos de tu piso con un iPhone y colgarlas en Idealista. ¡Te saldrá muy caro!
Conclusión: ¿Necesitas vender tu piso? Clica aquí y ahórrate tiempo y dinero.