Mindfulness para agentes inmobiliarios
En el competitivo mundo de los agentes inmobiliarios, destacar requiere más que habilidades técnicas. La gestión emocional es un factor crucial que a menudo se pasa por alto.
Vender, comprar o alquilar una vivienda es un momento de gran apuesta económica y personal para todas las partes implicadas: propietario, comprador y, cómo no, para el agente inmobiliario que desempeña un papel fundamental en llevar la transacción inmobiliaria a buen puerto.
En este artículo, exploramos cómo las emociones afectan a los agentes inmobiliarios y cómo la práctica del mindfulness para agentes inmobiliarios puede ser una herramienta poderosa para mejorar su gestión emocional en este contexto tan desafiante.
La importancia de la gestión emocional para agentes inmobiliarios.
Hay muchos aspectos que diferencian y definen a un buen agente inmobiliario: competencia digital plena, formación continua, capacidad de innovación, etc. Toda una serie de capacitaciones y conocimientos para ofrecer a nuestros clientes nuestra mejor versión. Sin embargo, un aspecto fundamental que a menudo se descuida es la gestión emocional.
Como seres humanos, siempre nos hemos autodefinido como seres racionales, pero esta autodefinición deja de lado una parte importantísima e intrínseca de nosotros mismos: nuestras emociones. Así que en realidad, una definición exacta y completa es afirmar que somos seres emocionales con capacidad para razonar.
“Somos seres emocionales con capacidad para razonar.”
Las emociones mueven el mundo. También mueven a los agentes inmobiliarios.
La palabra “emoción” viene del latín emotio-emotionis que se deriva del verbo emovere, lo que indica que nuestras emociones son aquello que nos mueve; nos impulsan en una dirección u otra según lo que experimentamos.
Una buena gestión emocional es aquella en la que somos capaces de observar, identificar y aceptar nuestras emociones para poder elegir conscientemente nuestra respuesta ante las situaciones que enfrentamos. Cuando nuestras emociones nos dominan, nos convertimos en seres impulsivos incapaces de responder reflexivamente. En estos casos, solo podemos reaccionar atacando, huyendo o quedando paralizados (sin saber qué hacer o decir).
“Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a lo que te sucede.” Epícteto
Además, también debemos considerar el papel que juega nuestro pensamiento y la interpretación que hacemos de lo que vivimos. En palabras de Epícteto: “Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a lo que te sucede.”
Revisemos este gráfico sobre las emociones básicas: si aquello sobre lo que pensamos lo consideramos un peligro, desarrollaremos los mecanismos de defensa necesarios para sobrevivir a esa situación. Mi pensamiento conectará con emociones primarias de defensa como el miedo, la ira o la tristeza, y reaccionaré en consecuencia incluso si esa amenaza no es real en la mayoría de los casos.
Nuestra mente se comporta como un mono saltando de liana en liana entre pensamientos sobre el pasado y el futuro. Esto puede llevarnos a conectar con emociones limitantes. Si nos anclamos en el pasado: “yo antes era el mejor vendedor…; el año pasado conseguí una facturación estupenda...”, es probable que experimentemos tristeza por la pérdida de situaciones que creemos irrepetibles. Si nos preocupamos en exceso por el futuro: “¿Cómo voy a facturar dentro de tres meses si no tengo pisos en cartera?”, la incertidumbre puede generarnos ansiedad.
¿Cómo puede un agente inmobiliario gestionar sus emociones de manera efectiva?
En los cursos de inteligencia emocional que imparto, recuerdo a mis alumnos un antiguo anuncio de Nescafé que nos invitaba a disfrutar de “un buen café” para conectar con nosotros mismos.
La bebida es lo de menos; lo importante es regalarnos 5 ó 10 minutos al día para observar nuestros pensamientos. Observar qué te estás diciendo, tu diálogo interno, y descubre qué situación de tu día lo provoca.
Si se trata de una situación que estás viviendo como negativa, una vez identificada la causa, pregúntate si eres capaz de resolverla en ese momento. Si la respuesta es sí, toma medidas. Si por el contrario, no es el momento adecuado, trata de apartar ese pensamiento de tu mente y céntrate en otra cosa para no condicionar el resto de tu día. Ya buscarás de qué manera podrás gestionar la emoción a su debido tiempo.
El mindfulness: estar en el aquí y ahora
El mindfulness es una técnica sencilla que te ayuda a vivir el presente, a conectar mentalmente con el aquí y el ahora de tu vivencia y tu pensamiento. Te propongo este ejercicio:
- Busca un lugar donde estar cómodo y tranquilo.
- Realiza un par de respiraciones profundas y luego observa tu respiración.
- Observa cómo inspiras, el recorrido que hace el aire por tu cuerpo, y cómo hace el recorrido contrario al exhalar.
- Repítelo durante cinco minutos y observa cómo te sientes después del ejercicio.
- No intentes hacerlo bien, simplemente hazlo y regálate un momento de conexión contigo mismo.
La autoobservación es clave para comprender tu estado emocional actual. Acepta tus emociones sin rechazarlas, y toma conciencia de por qué te sientes así y qué puedes hacer para cambiarlo si así lo deseas.
[Bonus track] Conecta con una frase sencilla pero llena de significado que he escuchado cientos de veces a Víctor Küppers: “En la vida, lo más importante es que lo más importante, sea lo más importante”. Así que, ¡actúa en consecuencia!