Sector Inmobiliario
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Cinco soluciones y una idea para divorciarte mejor

Cerca de 100.000 parejas se separan anualmente en España según datos del Instituto Nacional de Estadística. Si a este hecho le sumamos que el grueso de las viviendas se compran "en pareja”, es lógico que uno de los motivadores habituales para la venta de un hogar sea un divorcio o una separación.

Los procesos de separación o divorcio se producen en un contexto emocionalmente complejo e infestado de susceptibilidades, lo cual se traduce en el peor escenario para una correcta toma de decisiones.

En caso de divorcio / separación, ¿qué hacemos con la casa?

Existen básicamente 5 alternativas:

  1. Vender la vivienda en común a un tercero y empezar una nueva vida en un nuevo hogar. Se trata, sin duda, de una de las opciones emocionalmente más saludables. 
     
  2. Conservar la vivienda en propiedad de ambos, pero alquilarla a un tercero, es decir, transformarla conceptualmente en un patrimonio en común, o una “inversión a medias” que deberá aportar cierta rentabilidad a los propietarios. Esta opción requiere indefectiblemente que la expareja sea capaz de relacionarse con normalidad. También es aconsejable que la gestión del alquiler se realice a través de un administrador, para evitar que uno de los dos propietarios tenga que encargarse de ello.
     
  3. Realizar un alquiler interno, es decir, que uno de los miembros de la pareja resulte el arrendatario de la vivienda de la cual es copropietario. En este caso es imprescindible articular el contrato de arrendamiento de una forma coherente con la ley y regular adecuadamente el desarrollo del contrato.
     
  4. Realizar una compraventa interna, es decir, que uno de los excónyuges compre la parte del otro. En este escenario es imperativo que la valoración de la vivienda sea objetiva, justa y consensuada entre ambas partes. La sensación de haber “malvendido” o “malcomprado” puede conllevar un rencor insano y fácilmente evitable. Sin embargo, a veces no es posible por varios motivos, siendo el más habitual que ninguna de las dos partes de la ex-pareja pueda hacer frente a la hipoteca.
     
  5. Soluciones transitorias. Dado que las separaciones son procesos muchas veces complejos, sobretodo cuando la pareja tiene hijos en común, no hay que descartar opciones más creativas como el llamado “piso nido”, es decir, que la vivienda en común pase a ser el “hogar” de los hijos. En este caso, los hijos no se mueven de casa y son los padres quienes alternan su estancia en la vivienda. Esta solución es sólo apta para casos de custodia compartida, pero es claramente caduca ya que llega un momento en el que la propia evolución de la vida de los divorciados y la falta de arraigo en la vivienda hace que se sientan incómodos en esa “casa de nadie”. Por otro lado, el coste económico de mantener 3 viviendas es habitualmente insostenible. No obstante, es una solución temporal con muchos puntos a favor.

Servicio de Mediación y Disolución Patrimonial

En cualquiera de estos escenarios entra en juego el hecho que los procesos de separación o divorcio se producen en un contexto emocionalmente complejo e infestado de susceptibilidades, lo cual se traduce en el peor escenario para una correcta toma de decisiones. En Monapart lo hemos observado y experimentado demasiadas veces: estrategias de venta descoordinadas y contradictorias, operaciones de compraventa altamente conflictivas, y en definitiva, más leña al fuego que contribuye a empeorar la relación entre los excónyuges. En cambio, aquellas ex-parejas que han confiado en nuestro asesoramiento de forma consensuada, han conseguido experiencias de venta mucho más plácidas y fructíferas desde el punto de vista estrictamente económico.

En Monapart hemos creado el Servicio de Mediación y Disolución Patrimonial, para que las parejas en proceso de separación o divorcio reciban un acompañamiento experto, empático y útil y puedan empezar su nueva vida en la mejor situación (inmobiliaria) posible.

 
Nuestras experiencias en este sentido (las buenas y la malas) nos han llevado a crear el Servicio de Mediación y Disolución Patrimonial, un innovador formato de asesoramiento inmobiliario especialmente diseñado para que las parejas en proceso de separación o divorcio reciban un acompañamiento experto, empático y —sobretodo— útil, para cerrar adecuadamente una etapa y empezar su nueva vida en la mejor situación (inmobiliaria) posible. Para ello hemos contado con la colaboración de un generoso grupo de abogados matrimonialistas que nos ha ilustrado sobre los puntos calientes de los procesos de divorcio y nos han ayudado a dar forma a un servicio plenamente adaptado a sus complejidades.
 
Estamos preparados para dar soluciones de valor que contribuyan a disolver el patrimonio inmobiliario en común de la mejor manera posible, sin que ello suponga un mayor coste económico que el habitual en la venta de una vivienda. 
 
Servicio de Mediación y Disolución Patrimonial
 
Eduard Solé - socio fundador Monapart

Eduard Solé

Socio y Director de operaciones

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