Vivir en una torre de agua
Hablamos de torres de agua reconvertidas en viviendas, no te asustes. Hay personas a quienes un buen puñado de escaleras no les amilana, pues saben que en la última planta les aguarda una buena recompensa, vistas de 360º y luz a raudales, a t o d a s horas. En estas casas sin rincones, la orientación no es un problema. Además, con tanto sube y baja, ¿quién necesita ir al gim?
La mayoría de las torres de agua fueron construidas durante la revolución industrial y se consideran patrimonio histórico, por tanto, no pueden derribarse. Una buena solución para aprovechar estas viejas estructuras es reconvertirlas en vivienda. Bham Studio destinó cada una de las seis plantas de la torre de agua situada en el pueblo belga de Steenokkerzeel a un uso diferente.
Sus 450m2 repartidos en 30m de altura dan para todo (garaje, almacén, despacho, habitación de invitados…).
Sin salir del país, en Brasschaat, también encontramos la Moereels House a cargo del arquitecto Jo Crepain, una bella torre que se ilumina por la noche, como un faro en medio del bosque que la rodea.
En Utrecht, Holanda, hay una casa-torre de nueve plantas diseñada por el estudio de arquitectura Zecc en el 2004.
Aunque la palma se la lleva el hotel de lujo De Koperen Hoogte, en el pueblo costero de Nieuwleusen, salvada del derribo gracias al empresario Hennie van der Most en 1993. La suite de lujo ocupa las dos plantas más altas de la torre, para turistas «de altura», claro.
Los ingleses son punto y aparte en este tema, pues abundan los ejemplos: En la localidad de Thorpeness, hay una casa estilo Tudor que flota entre las nubes, igualita a la de Up.
Cerquita, en Cheshire, el arquitecto Ellis Williams fue el responsable de la lujosa Lymm Water Tower House.
En Kenilworth, su torre se construyó como molino a mediados del s. XVIII y fue convertida en torre de agua en 1884.
La de Buckinghamshire, fue construida en 1916 por los prisioneros de guerra alemanes y desde la cual puedes llegar a ver ¡hasta seis países! Quizás exageran, pero los ingleses están muy orgullosos de sus water-towers, como así lo demuestra su British Water Tower Appreciation Society, asociación única en su especie.
En núcleos urbanos, estas torres de agua son la solución perfecta para albergar a estudiantes de paso, despachos o viviendas turísticas, como es el caso de la Wasserturm del popular barrio Prenzlauer Berg en Berlín, la torre Jaegersborg en Copenhague a cargo de los arquitectos Dorte Mandrup o la torre en Essen, Alemania, a cargo de los arquitectos Arnim Koch y Michael Dahms.
¿Te amilanan a ti un puñado de escaleras? Si te atreves, hasta te la puedes hacer tú mismo. ¡Pon vídeo!