The Parmentiers

Los espacios domésticos han ido ganando terreno a la vasta oferta lúdica que ofrecen las ciudades. Ya sea por la crisis o por aquello de que como en casa, en ningún sitio, en la sección De puertas adentro de Monapart, os hemos ido hablando de distintas propuestas de ocio que reivindican la casa como el mejor escenario posible donde disfrutar de todo tipo de experiencias. Precisamente fue en uno de estos saraos, Una terraza con gracia, donde descubrimos The Parmentiers, un proyecto gastronómico cocinado por un par de amigos amantes del buen comer y de la cocina tradicional.

Dicen que el paladar tiene memoria, y Quique López recuerda vívidamente la espléndida comida que degustó un día cualquiera en un restaurante del barrio de Gracia. Cuando dejó Alicante para venir a Barcelona a trabajar como diseñador gráfico, buscó ese restaurante para repetir tan grata experiencia gustativa. Ésa fue la primera de muchas… Iba tanto a ese restaurante, que acabó trabando amistad con Peppe Palo, chef y dueño. Si la verdadera conquista empieza en el estómago, no nos extraña que hoy Quique y Peppe sean socios en The Parmentiers.

Con un nombre con aires musicales (nos confiesan que primero se plantearon crear una banda de rock que sonara a una mezcla de The Pixies y Arcade Fire), Quique y Peppe orquestan comidas, cenas, catas y todo tipo de propuestas culinarias en casas ajenas.

Alta cocina en tu casa, en tu comedor, o en el de tu amigo, tus padres, tu novia... Bajo cita previa y para grandes anfitriones a los que les gusta comer bien  

La mise-en-scène de The Parmentiers es exactamente la misma que podrías encontrarte en un restaurante, pero sin moverte del sofá.

Para cualquier problema gastronómico que necesite solución, “Call The Parmentiers”, nos dicen. Quique nos dice que le encantaría que les contratara Spiderman y servirle los platos en su telaraña. A Peppe, en cambio, le encantaría que les llamara Pepe Colubi: “Me troncho con él y sé que le gusta mucho comer bien” dice. Imaginaros una cena con este cuarteto… ¡Sería la bomba! Monapart también estaría allí, seguro.