Oda al flexo
De entre todas las lámparas del mundo mundial, el flexo es la más recurrida, sufrida y útil que te puedas imaginar. Nunca falla, queda bien en todas partes (oficinas, habitaciones infantiles, mostradores, talleres, estudios…), ocupa poco espacio de trabajo, permitiendo máxima libertad de movimientos, y es una compañera inseparable en las largas noches de estudio, trabajo, o lo que sea que tengamos entre manos… Como la mía, que miro de reojo mientras escribo estas líneas. Era justo que le dedicáramos un homenaje.
El flexo es una lámpara que no despista, es la funcionalidad y racionalidad llevada al extremo, y tampoco se despista, pues siempre apunta su mirada donde más interesa. Hay infinidad de modelos, formas y colores, pero todos tienen una cosa en común, su mango flexible que permite dirigir la luz donde más convenga.
La lámpara Anglepoise es considerada la madre de todos los flexos. Diseñada en 1930 por George Carwardine, un ingeniero de la industria del automóvil, y fabricada en masa por la compañía inglesa Herbert Terry, enseguida se convirtió en la lámpara de mesa más famosa del mundo, vendiéndose sin parar hasta hoy. Pocos años después (1937), Jacob Jacobsen adquirió la patente y dio una vuelta de tuerca al diseño para concebir la Luxo L-1, pero la fuente de inspiración seguía siendo la misma: el brazo humano, con muelles en lugar de contrapesos para mantener el brazo articulable en posición. Como su predecesora, esta lámpara sigue en producción, es un icono del diseño nórdico y lleva vendidas más de veinticinco millones de unidades en todo el mundo.
Otros modelos célebres de lámparas flexo son la lámpara Tizio, diseñada en 1972 por el ingeniero Richard Sapper, padre de numerosos iconos del diseño y responsable del éxito mundial de la marca italiana Brionvega.
Seguimos en Italia, y encontramos la Berenice, de Alberto Meda y Paolo Rizzatto, diseñada en 1985 y ganadora del prestigioso Compasso d’Oro dos años más tarde (1987) por el innovador minimalismo de su diseño.
Estos mismos diseñadores ganaron también en la edición del 2008 con el modelo Mix (2005), lámpara que permite elegir entre luz fría o luz cálida, pero siempre con iluminación LED.
No podemos olvidar la Tolomeo, de Michele De Lucchi y Giancarlo Fassina, coetánea de la Berenice y también ganadora del Compasso d’Oro en 1989.
Y muchos, muchísimos más… Aunque debes saber que el flexo más famoso del mundo no es italiano, ni ganó el Compasso d’Oro, y nos hace reír a carcajadas… Qué cosas.