Núria Moliner, la arquitectura como tercera piel
Núria Moliner es arquitecta, comunicadora, música y ecologista. Si alguno de estos temas es de tu interés, la habrás visto en la serie documental “Animals arquitectes” en 3Cat, en el programa “Escala Humana” TVE o en sus numerosas colaboraciones en festivales, congresos o prensa. O quizás la has tenido de profesora de Teoría de la Arquitectura en la ETSAB (UPC), o has disfrutado alguno de sus conciertos con su banda Intana o con Delafé y las Flores Azules. Un no parar.
En esta entrevista, hablamos con ella sobre arquitectura y vivienda, el principal escenario de nuestra vida y nuestra tercera piel.
[P] En una entrevista reciente afirmabas que “Si conocemos mejor la arquitectura tomaremos mejores decisiones. Especialmente en el momento de alquilar o comprar una vivienda”.
[R] Es una pena que no se hable más de arquitectura, diseño o interiorismo en las escuelas. Es una carencia y un error enormes porque la arquitectura, como escenografía de nuestras vidas, nos define como sociedad y cultura, influyendo en nuestras decisiones cotidianas.
Si no sabemos nada de arquitectura, ¿cómo podemos valorar si una vivienda se adapta a nuestras necesidades? ¿Cómo saber si la iluminación de una vivienda es óptima? ¿Conocemos los materiales de que está hecha? Si entendemos la arquitectura como parte de nuestra cultura tendremos más herramientas para tomar mejores decisiones a la hora de encontrar la casa de nuestros sueños.
"La arquitectura es la escenografía de nuestras vidas, nos define como sociedad y cultura, influyendo enormemente en nuestras decisiones cotidianas."
¿Qué es importante para ti en una casa?
Me he mudado muchísimas veces y ha sido todo un aprendizaje para aprender qué necesito y qué no. Por encima de todo me gusta que la vivienda tenga mucha luz natural; durante años viví en un piso oscuro porque me importaba más la ubicación que cómo era el piso por dentro… Viví también en un piso muy ruidoso y ahora claro, también valoro mucho el silencio.
Por lo que respecta a texturas y materialidades, he ido cambiando. Me sigue gustando mucho la arquitectura tradicional de Barcelona, con sus suelos hidráulicos, sus techos altos con vigas de madera… y creo que eso se tiene que preservar para que los pisos conserven su identidad. Por eso soy una gran defensora de la rehabilitación más que de la obra nueva, porque la obra nueva en general está muy estandarizada, muy globalizada y no refleja la identidad de donde se ubica. Si vamos perdiendo identidad patrimonial por el camino, vamos perdiendo cultura.
Me gustan especialmente los pisos antiguos que han sido rehabilitados manteniendo sus elementos de origen con gusto sin renunciar a las materialidades del momento o al lenguaje arquitectónico del presente. Por encima de todo me gustan lugares con mucha personalidad. Intento vivir en pisos con identidad propia, espacios especiales y únicos que me interpelen y no en pisos estándares que se han hecho siguiendo estrictos criterios de rentabilidad económica, con acabados mediocres y materiales sintéticos para un mismo modelo de familia o estilo de vida, sea lo que sea eso hoy en día.
¿La rehabilitación es el presente y el futuro de la arquitectura?
Totalmente, y especialmente en tejidos densos y consolidados como las ciudades europeas. En Europa hay un parque edificado viejísimo y por eso rehabilitar es una necesidad porque es más sostenible que construir desde cero y más si se rehabilita con conciencia energética.
"La rehabilitación es el presente y el futuro de la arquitectura, especialmente en tejidos densos y consolidados como las ciudades europeas."
La rehabilitación también es una oportunidad no sólo como transición hacia un entorno más ecológico sino también como forma de reconectar con la identidad, la cultura y el patrimonio del lugar. Además ahora hay muchísimos fondos europeos disponibles para así cumplir con los objetivos 2030-2050. ¡Se prevé que esto ocupará a un tercio de los arquitectos!
En 2021 diste una ponencia sobre la vivienda del futuro, ¿cuál es tu desideratum al respecto?
La vivienda del futuro creo que debería ser autosuficiente más que sostenible (palabra que ya está desprovista de su significado verdadero), y ser un mecanismo integrado en el ecosistema del que forma parte. Imagino una vivienda que recupera la arquitectura vernacular, que entiende el lugar y el clima donde radica y que se construye con materiales locales pero que a la vez incorpora los avances tecnológicos del presente para hacerla todavía más autosuficiente. Creo que este es el tema de la vivienda del futuro y que es especialmente importante en las ciudades.
Creo que la ciudad debe convertirse más en selva a pesar de que inevitablemente relacionamos ciudad con hormigón. Formé parte del consejo asesor del Ayuntamiento de Barcelona en el proyecto de la superilla en la c/ Consejo de Ciento que fue ganado por Cierto Estudio [accede a la entrevista a Cierto Estudio que hicimos en Monapart en 2020]. Es muy significativo el hecho de que un equipo de seis arquitectas millennial ganara un concurso internacional anónimo por pensar cómo debe ser la ciudad en el s. XXI.
"Creo que la ciudad debe convertirse más en selva a pesar de que inevitablemente relacionamos ciudad con hormigón."
El lema del proyecto era precisamente “caminar desde el centro”, toda una declaración de intenciones que pone a los vecinos en el lugar donde ahora están los coches. Crear espacios agradables y saludables que van más allá de meros lugares de tránsito para ir de un sitio a otro, o para consumir o producir sino espacios para estar, leer, jugar, relacionarte… La idea al final es un espacio público que se asemeja a un espacio doméstico.
¿Es tu casa reflejo de quién eres?
Mi casa es un retrato fiel de quién soy. Siempre pongo notas de colores muy vivos, como cuando me visto. Al final, la ropa también es una vivienda, es la segunda piel que nos rodea y que habitamos y que nos interconecta con nuestro entorno.
"La ropa es la segunda piel que habitamos. La vivienda es la tercera."
No colecciono nada pero sí me gusta guardar objetos de mis viajes, recuerdos… y los expongo en pequeños altares en casa.
Y en mis mudanzas siempre me llevo las plantas... Mi casa es un poco selva.
¿Crees en la domesticidad ampliada al barrio, la calle, las plazas…?
Durante 8 años viví en el barrio de Gracia [accede a nuestro artículo sobre la búsqueda de piso en Gracia] y me he implicado en el tejido asociativo, en la organización vecinal que decora las calles para las famosas fiestas del barrio… o sea, no concibo la vivienda sin su vínculo inseparable con la comunidad y el entorno inmediato. Me gusta conocer a los vecinos y saludarles por su nombre, conocer bien el comercio local, etc. Me crié en Badalona, una ciudad donde el centro es como un pequeño pueblo y eso lógicamente me ha influido. Poder vivir en esta escala de pueblo dentro de la gran ciudad es ideal.
¿Cómo ves Barcelona?
Hay veces que estoy bastante pesimista porque sufro ansiedad climática y veo que se toman muchas decisiones que no son coherentes con la conservación del medioambiente. Aunque también celebro las iniciativas que conozco gracias a mi trabajo y que avanzan hacia un urbanismo más consciente.
Estamos avanzando mucho pero estos cambios de entrada generan escepticismo o oposición. La gente se queja de que en la ciudad cada vez es más difícil ir en coche…. pero está demostrado que cada segundo de más que dura el semáforo en rojo es un % de gente que opta por otro tipo de movilidad más sostenible y saludable. ¿Por qué en Copenhague la gente va tanto en bici? ¿Es porque son más ecologistas que nadie? ¿Es porque son más sanos? No. Es porque el recorrido en bici del punto A al B es el más rápido de todos con diferencia, y eso no es casual, es porque ha habido urbanistas que lo han decidido así. Es importante que esta consciencia vaya calando y nos vayamos adaptando todos hasta alcanzar el ideal de la ciudad de los 15 minutos (todos los servicios a menos de 15’ a pie) y el territorio de los 45’ (recorridos en tren).
¿Dónde nació tu vocación por la arquitectura? ¿Algún primer recuerdo?
De pequeña me gustaba la arqueología, pero luego me fui interesando más en la arquitectura del presente que en la del pasado. Además, siempre me gustaron las disciplinas artísticas y creativas tanto como las técnicas y por eso busqué una disciplina que equilibrara los dos hemisferios cerebrales: la parte técnica y racional junto a la parte más pasional y artística. Para mí aquí radica la belleza de la arquitectura.
Uno de mis primeros recuerdos es el primer día que cogí un lápiz, mi familia dice que enloquecí. ¡Y hay foto!
¿Qué arquitectos son tus referentes?
Peter Zumthor y su arquitectura humilde, que saca la máxima belleza de la materialidad y de los espacios. También Eileen Gray, mujer pionera con una historia increíble que materializó los conceptos del movimiento moderno en el espacio doméstico cosa que nadie había conseguido hacer.
Admiro también los arquitectos de aquí que tienen una posición muy rupturista como la Cooperativa de Arquitectos Lacol, que ha hecho el primer edificio de vivienda cooperativa con cesión de uso en Barcelona y además está construido en madera.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? ¿Algo de lo que te sientas especialmente orgullosa?
Me satisface mucho estar aprendiendo constantemente, conocer de primera mano a personas que admiro, poder acceder y visitar sitios interesantes y aprender de la mejor arquitectura que se está haciendo en nuestro país… En este sentido me siento muy afortunada y agradecida.
De lo que me siento más orgullosa es de haber contribuido junto con el equipo a crear y divulgar contenidos televisivos de arquitectura pensados para un público diverso y amplio que disfruta y aprende de esta disciplina. Antes, la mayoría de veces se hablaba de arquitectura sólo para arquitectos. Por suerte, cada vez hay más gente y proyectos que divulgan la cultura arquitectónica de una manera más accesible. Y me hace muy feliz dedicarme a ello.
Color, libro, disco…
Amarillo | Walden de H. D. Thoreau | Ok Computer de Radiohead
Algo que nos quieras contar y que no te hayamos preguntado. ¡Habla ahora o calla para siempre!
A veces la belleza parece opcional, un extra, un lujo, algo caro, snob o pedir demasiado. Y la reivindicación de la belleza parece trivial, frívola. Pero todo lo contrario. Si estamos en un espacio bonito nos da bienestar mental, salud… Creo que es un ideal al que tenemos que aspirar. Acceder a una vivienda digna, funcional y bella no tendría que ser un lujo que solo se pueden permitir unos pocos, si no un derecho. El hecho de que alguien haya pensado en los detalles de una taza, de una mesa, de un espacio… modifica nuestras sensaciones, nuestros actos y hasta nuestras conversaciones.
A lo largo de esta entrevista, exploramos con Núria la profunda conexión entre arquitectura, identidad y cultura y el importante papel que juegan en la definición de nuestros espacios de vida, nuestras decisiones y nuestra sociedad. Cada una de las decisiones de diseño, a todas las escalas, determinan la calidad de vida y la salud de las personas.
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