Fotografiando la fuerza de la naturaleza: Entrevista a Carla Andrade
En nuestras serie de entrevistas a profesionales del mundo creativo, nos gusta preguntar siempre por su hogar: qué lo convierte en un lugar especial, si refleja su forma de ser o si tienen alguna colección en particular. Pero hasta ahora no habíamos entrevistado a alguien con una vida tan nómada como la de Carla. ¿Cómo ve el hogar alguien que cambia constantemente de residencia? ¿Cómo se refleja esta vida itinerante en su trabajo? Sigue leyendo para conocer la obra de Carla Andrade, una fotógrafa de raíces atlánticas y espíritu nómada.
Háblanos de ti y de tu trabajo. ¿Dónde nació tu vocación?
Siempre tuve cierta inclinación espontánea por lo abstracto y por aquello que no se puede alcanzar a través de las capacidades cognitivas. Por un lado, el hecho de haber crecido cara a cara con el Océano Atlántico ha determinado, definitivamente, mi futuro trabajo artístico motivado por la fascinación por la naturaleza no domesticada y su fenomenología. Así, a través del paisaje, entendido como la construcción a través de mi mirada, reflexiono sobre la experiencia de lo incomprensible mediante los métodos clásicos racionales, con el propósito de rearticular el discurso estético legitimado históricamente desde un esquema patriarcal.
¿Algún primer recuerdo relacionado con tu trabajo?
Cuando mi padre era joven solía hacer muchas fotos, por lo que en mi casa familiar hay cientos de fotografías de antes de que yo naciese. Recuerdo que observaba estos álbumes familiares una y otra vez como si fueran ventanas que me permitían entrar en otras dimensiones de lo real. Además, de pequeña me sentía muy atraída de forma natural por las pocas exposiciones a las que tenía la oportunidad de ir, normalmente de pintura, ya que recuerdo se presentaban ante mí como espacios de ensoñación y libertad. No obstante, no comencé a configurar mis propias imágenes hasta relativamente tarde, con 23 ó 24 años, cuando mi padre me regaló por Navidad una antigua Polaroid que tenía olvidada.
¿Qué es lo que más te satisface de tu trabajo?
Lo que más me satisface es el hecho de poder trabajar en cosas en las que creo. Esto da sentido a mi vida puesto que si mi trabajo fuera un mero instrumento de supervivencia financiera sentiría que estoy perdiendo el tiempo, como si estuviera en una cárcel. Valoro mucho esta suerte de libertad de la que puedo disfrutar, pues la verdadera libertad no existe. A través de mi trabajo satisfago, en cierta medida, la necesidad de tener una vida auténtica.
El concepto de hogar es muy importante para mí. Por eso trato de hacer especial cada lugar en el que vivo, aunque sea por poco tiempo.
¿Algún trabajo del que te sientas especialmente orgullosa?
La verdad es que no tengo ningún trabajo del que me sienta especialmente orgullosa ni creo que lo tenga nunca, me conformo con respetar mi propia esencia y ser honesta con lo hago.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Mi forma de trabajar es muy intuitiva. Esos impulsos vitales se complementan con una posterior reflexión más pausada y analítica que, por supuesto, se completa con fuerzas externas implícitas que resultan fundamentales y que surgen del propio contexto en el que me encuentre en ese momento, así como de la experiencia acumulada. Es la propia vida la que me va poniendo las claves de mi trabajo.
¿Alguna música en especial mientras trabajas?
No tengo métodos o manías para trabajar, depende del momento. Pero en general, cuando trabajo en el estudio, me gusta el silencio o música silenciosa. Esto puede ser música experimental o atmosférica ya que si escucho melodías o letras me distraigo escuchándolas, cantándolas o bailándolas, no lo puedo evitar, y eso es lo que ya hago todo el resto del tiempo.
Color, libro, peli y disco favoritos. ¡Por este orden!
Totalmente imposible para mí hacer listas o jerarquías absolutas.
En cuanto al color. Como mucho, puedo decir que tengo atracción por los colores que considero sosegadores, no sé cómo denominarlos. Quizás, podrían ser el blanco, el azul, gris y amarillo, pero en sus tonalidades más pastel.
Me fascina el conjunto forma-contenido de la escritura de María Zambrano, el universo de Apichatpong Weerasethakul, y en cuanto música me divierte bailar ritmos latinos, pero siempre he escuchado principalmente música alternativa y si yo tuviera que crear mi propia música sería sin duda la creación de sonidos experimentales.
*Ésta es mi respuesta de hoy, mañana respondería otra cosa...
¿Es tu casa reflejo de quién eres? Cuéntanos a qué huele, tu rincón favorito, tu objeto decorativo o mueble fetiche, si atesoras alguna colección…
Sí, hoy por hoy es un reflejo de mí, porque no tengo una casa fija. Llevo muchos años viviendo en diferentes países, cambiando de residencia continuamente. Me encanta la vida nómada y la quiero mantener, el viaje forma parte de mí. Ahora mismo estoy en Londres en una casa de forma temporal. Pero en un mes y medio espero mudarme al que espero sea mi hogar en un futuro a corto-medio plazo y será también en Londres. Hace más de 10 años que no tenía una casa relativamente estable, y ¡me apetece!
A pesar de mi vida itinerante elegida, para mí el concepto de hogar es muy importante, por eso trato de hacer especial cada lugar en el que vivo, aunque sea por poco tiempo. Cada vez necesito menos acumular cosas materiales, me gusta sentirme ligera y huyo del apego. Sin embargo, sí que busco crear espacios en los que me apetece estar, que me definen y son refugio. Mi estilo de vida tampoco me ha permitido tampoco acumular nada, pero me gusta tener plantas. Creo que estar, en la medida de lo posible, en contacto con la naturaleza es lo que más valoro. Por esta razón, la próxima casa en la que me establezca en Londres será o con jardín y a nivel del suelo, o en un barco en un canal.
Si pudieras comprarte cualquier cosa ahora mismo y llevártela a casa, ¿cuál sería? ¡Cualquier cosa!
Cuando tenga una casa real me será más sencillo responder a esta pregunta. Pero compraría obras de amigos.
Un planazo en casa siempre incluye…
Escuchar música, bailar y terminar viendo una película, todo con buena compañía de la de verdad.
¿Tienes algún plato estrella?
La verdad es que no me gusta mucho cocinar, no me relaja y solo cocino si es para otros. Pero cuando lo hago me gusta hacerlo bien, y siempre trato de innovar por lo que no hay nada en particular que pueda destacar. Aprendí a preparar diferentes tipos de curry cuando viví en Nepal y es un plato recurrente en mi vida. Últimamente, estoy haciendo un risotto con gambas y setas bastante rico. Aunque lo que a mí me gusta de verdad es la comida gallega y esa necesita poca elaboración en la cocina…
¿Cuál es tu lugar favorito en tu ciudad? ¿Y en el extranjero?
Tengo tantos lugares favoritos como estados de ánimo. Me gusta recorrer Londres en bicicleta y descubrir parques nuevos. Hace poco descubrí al lado de mi casa Ruskin Park y creo que es mi nuevo sitio favorito de Londres.
En cualquier caso, mi sitio favorito del mundo es Nigrán, mi pueblo. Especialmente, perderme en alguna cala de difícil acceso en Monteferro.
Algo que nos quieras contar y que no te hayamos preguntado. ¡Habla ahora o calla para siempre!
Por un lado, quiero decir que creo que ahora más que nunca somos conscientes de que la libertad es un bien preciado, casi imposible de alcanzar… consentimos demasiado. Y por otro, que me muero de ganas de ir a Galicia.