Comer sano con el método Being Biotiful de Chloé Sucrée
Una vida sana empieza por una alimentación sana, pero no siempre es fácil compaginarlo con nuestro ritmo de vida frenético. Salimos tarde de la oficina, no tenemos nada en la nevera, la despensa es un desierto, nos quedan poquísimas energías para ponernos a cocinar y además, ¿el qué? Buf. Es fácil caer en la trampa del precocinado, un no-brainer envuelto en plásticos, rápido y cero sano. ¡Pero hay solución!
En Instagram descubrimos @beingbiotiful y a su fundadora Chloé Sucrée, una fuente de soluciones para planificar menús saludables, comprar bien, conservar mejor y disfrutar de una alimentación sana sin que suponga un esfuerzo sobrehumano y pasarse horas en la cocina.
Chloé es mitad suiza, mitad belga y lleva 20 años viviendo en Barcelona. Nació prematura con 7 meses debido a una infección de listeriosis que le provocó un deterioro de su sistema digestivo y autoinmune. Tras años de malestar general, digestivo, físico y emocional, y al no encontrar ninguna respuesta, descubrió que cambiando su alimentación su vida mejoraba a muchos niveles: más claridad mental, más energía, menos hinchazón y dolores.
Empezó compartiendo algunas recetas a través de su blog Being Biotiful y éste poco a poco fue creciendo hasta que vio la luz su proyecto Biotiful Plan y el método Batch Cooking, una manera de planificar y preparar comidas saludables, caseras y fáciles para toda la semana en tan sólo una tarde. Recientemente Grijalbo ha publicado su primer libro y ya va por la tercera edición.
A continuación, te dejamos algunas de las pistas que Chloé comparte en su libro y que te ayudarán a cambiar tus hábitos alimentarios por otros más sanos, sostenibles y conscientes, basados en alimentos naturales (no procesados, sin aditivos, ni conservantes) y de temporada, para tu familia y para ti.
Haz tu plan semanal
Una alimentación sana empieza por una buena planificación. Saber de antemano qué vas a cocinar y comer te ayudará a comprar de una forma más inteligente y sostenible. Comerás sano con recetas diferentes todos los días, ahorrarás tiempo, dinero y evitarás desperdiciar comida. Y todo gracias a que nuestra nevera y nuestra despensa estarán siempre llenas de opciones sanas.
En función de lo que ya tienes en la nevera y despensa, y teniendo en cuenta lo que hay de temporada, planifica las recetas de la semana. Piensa en recetas rápidas, fáciles y súper apetecibles, sin olvidarte de algunas comidas que puedas llevarte al trabajo o snacks para el desayuno.
Crea tu lista de la compra
En base a tu plan semanal de menús, haz una lista de los ingredientes necesarios para preparar las recetas, mirando bien no poner ingredientes que ya tienes y separando los ingredientes por frescos, secos, de nevera, de fondo de armario y congelador.
Hablamos siempre de alimentos frescos y de temporada, centrándonos en comida real, sin procesados ni refinados ni aditivos. Recuerda, ¡somos lo que comemos!
Procura ir a comprar una o dos veces por semana, evitando el degoteo de compras que al final te llevará a comprar cosas que no necesitas, desperdiciando comida y gastando más dinero. Prioriza pequeños productores, comercios locales y mercados.
La despensa
Rellena los tarros de la despensa con legumbres, frutos secos, semillas, granos y cereales y organízalos por familias: semillas y frutos secos, alimentos para el desayuno, legumbre y cereales. Es importante que estos alimentos se mantengan a temperatura ambiente, en sitios frescos y completamente secos. Ten en cuenta que algunas zonas de la despensa son más cálidas que otras y esto influye en el tiempo de conservación de los alimentos.
Los aceites se han de guardar en un lugar oscuro, en su propio recipiente o en otro que cierre bien para evitar que se oxiden. El pan se conserva bien uno o dos días en una panera o en una bolsa de tela. También puedes guardar en la despensa yogures esterilizados que no necesitan frío, encurtidos (cebolletas, pepinillos…), salsas, tarros de mermelada, algunas verduras, huevos, etc. No obstante, una vez abiertos, consérvarlos refrigerados.
En la despensa, es preferible que uses tarros herméticos de cristal, nuevos o reciclados.
Alimentos básicos de una despensa saludable: cereales integrales; frutos secos; semillas; legumbres; huevos; bebidas vegetales; especias.
Revisa siempre el contenido de tu despensa, coloca los productos nuevos detrás y los viejos delante y asegúrate de tener siempre un paquete de reserva sin empezar, así nunca te faltarán alimentos básicos para cocinar.
La nevera
Normalmente la nevera tiene que estar a unos 5ºC, aunque en verano es conveniente bajarlo dos o tres grados. Para mantener la temperatura y que el frío se distribuya por igual es importante no amontonar demasiado los alimentos, mantenerlos bien organizados y abrir siempre la puerta durante poco tiempo.
Arriba y en el centro de la nevera pondremos los quesos. En los cajones se deben guardar las frutas y las verduras pero sin apretarlas y envueltas en papel o paños húmedos. En general, a menos que sean frutas delicadas o frutos rojos, se recomienda guardar la fruta fuera de la nevera porque sino pierde aroma. En la puerta se aconsejan colocar mantequilla, aderezos, conservas, mermeladas y jaleas, y las bebidas que estén abiertas.
Organiza los alimentos en la nevera según su fecha de caducidad, poniendo delante los que caducan antes.